Hoy, en un día con una humedad simplemente indescriptible por culpa del tiempo casi propio de un tifón que estamos sufriendo, he ido a visitar un lugar que tenía muchas ganas de ver. El edificio dedicado a la guerra de Corea y a recordar a todos los caídos en este conflicto.
En este lugar se puede percibir totalmente el gran trauma que supuso para este país dicha guerra, la cual provocó la división de Corea hasta el día de hoy. También lo orgullosos que se sienten por haber sido capaces de prevalecer frente al bloque comunista, el cual en los primeros momentos de la guerra estuvo a punto de alzarse con la victoria total como podéis ver en este mapa, donde están representados por el color rojo oscuro y en blanco los territorios pertenecientes a Corea del Sur.
Por último, un profundo agradecimiento hacia todas las naciones que intervinieron a su favor y que lucharon a su lado. Siendo el principal recibidor de éste los Estados Unidos evidentemente, que mandó a un total de 350.000 soldados y perdió a unos 32.000 hombres en la guerra. La figura del general Douglas MacArhur, artífice del desembarco de Incheon que permitió un vuelco total en la guerra es muy querida.
Un lugar imprescindible para todo aquel que visite Seúl, se trata de una forma increíble y muy emotiva de entender un poco mejor la actual situación de Corea de Sur y la forma de pensar de sus habitantes.
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